Mientras que el gobierno israelí apunta al Holocausto para justificar las políticas, los escépticos preguntan qué sucedió a 6-11 millones de cuerpos.
Los escépticos del Holocausto hacen una pregunta que la mayoría de la gente no sabe la respuesta a: ¿qué pasó con los cuerpos? Si entre 6 y 11 millones de personas fueron sacrificadas, ¿dónde están los millones de cuerpos? La verdad es que la mayoría fueron destruidos. La mayor evidencia que queda del Holocausto proviene de la invasión alemana de la Unión Soviética en 1941-42 y de las últimas semanas de la guerra europea de 1945. Éstos eran los tiempos en que los alemanes tenían prisa y se descuidaron.
La mayoría de las víctimas del Holocausto no fueron cremadas en los hornos. Sólo había muchos hornos construidos. La mayoría de los muertos fueron quemados en las piras funerarias donde el Sonderkommando, los equipos de trabajo de cremación judía, se acumularían en los cadáveres y los quemarían todos al aire libre. Las cenizas fueron enterradas, diseminadas o usadas como fertilizante. Piense en un enorme incendio forestal ... las cenizas de ese incendio forestal no permanecerá allí durante más de unos días o semanas antes de filtrarse en el suelo o soplar lejos.
En el caso de la Operación Barbarroja, el Holocausto se trasladó con la Wehrmacht y las Waffen-SS. Cuando estaban en movimiento, los voluntarios de las SS y de la Wehrmacht eran notorios para acopiar poblaciones enteras de la aldea y de la ciudad en edificios grandes, quemándolos a la tierra, y aplastando las ruinas calcinadas con los tanques. El número de judíos y civiles muertos en lugares como Rumania y Yugoslavia, en realidad no se informó, ya que las SS eran notorios para decidir que las poblaciones enteras eran partidarios, o ayudar a los partidarios, y por lo tanto deben ser ejecutados como combatientes ilegales.
Cuando los alemanes ocuparon un área, la Solución Final se implementó de manera más eficiente. Los Einsatzgruppen redondearon y ejecutaron a judíos y otros civiles indeseables. Babi Yar es un área en Kiev, Ucrania, y el sitio de un campo de concentración y un campo de exterminio donde más de 100.000 ucranianos fueron asesinados por los alemanes. Más de 33.000 judíos fueron asesinados allí y enterrados en fosas comunes entre el 29 y el 30 de septiembre de 1941 solamente. Los prisioneros de guerra del Ejército Rojo u otros prisioneros fueron obligados posteriormente a desenterrar las fosas comunes ya incinerar los cuerpos en descomposición en las piras, para dar cabida a más asesinatos. Las sesiones de cremación durarían cuarenta días.
Muchos de los huesos de los cadáveres quemados fueron aplastados en máquinas especialmente diseñadas. El general-SS Reinhard Heydrich autorizó Sonderaktion 1005, cuyo trabajo era básicamente deshacerse de los cuerpos y toda la evidencia de las fábricas del asesinato. Otros equipos Aktion se formaron en todo el Reich y territorios ocupados. Leichenkommandos, "unidades de cadáveres" como las cuadrillas de trabajo de los prisioneros de guerra en Babi Yar, excavaron fosas comunes y quemaron cadáveres.
Al final de la guerra, fosas comunes con miles de cuerpos enteros fueron descubiertas cerca de Buchenwald y Bergen-Belsen. Las SS cerca de Buchenwald fueron hábiles en enterrar los cuerpos lejos del campo, mientras que las SS de Bergen-Belsen los enterraron allí. 23 años más tarde, el Ejército vietnamita del Norte aprendió a desechar químicos ácidos sobre los cuerpos antes de enterrar, por lo que se descomponen rápidamente y no pueden ser identificados. En esta época, los cárteles paramilitares mexicanos colocan cuerpos en tambores de ácido hasta que se disuelven por completo. Miles de cuerpos han sido eliminados de esta manera.
El Holocausto no fue sólo varios grandes campos de concentración; Había centenares de pequeños campos a través de Alemania y áreas ocupadas por Alemania, incluyendo el campo de Natzweiler-Struthoff en el este de Francia. Otro infame es Cracovia-Plaszow en Polonia, y por supuesto Babi Yar en Ucrania. En agosto de 1942, el oficial de SS y disidente Kurt Gerstein hizo sonar el silbido en la fábrica de asesinato de Aushwitz a un diplomático sueco, el barón Goran von Otter.
Los alemanes no estaban tratando de matar a los judíos ... estaban tratando de borrarlos de la historia. El ex-carcelero de las SS, Oskar Groening, entregó un poderoso testimonio en el que se hizo cargo de todo lo que hizo y vio, y que "no esperaba que los judíos sobrevivieran a Auschwitz". El capitán-SS Amon Goeth dijo a sus hombres durante la liquidación de Cracovia Ghetto, "Había sido durante más de siete siglos una Cracovia judía, y esta noche, esos siete siglos se habrían convertido en un rumor".
Claramente, los alemanes hicieron lo suficiente para esconder cuerpos, destruir evidencias y desviar la atención sobre la narrativa de proteger a Europa Occidental del comunismo judío que millones de personas alrededor del mundo dudan del Holocausto. Otro factor que desacredita gravemente la narrativa histórica es la forma en que el gobierno israelí secuestró el Holocausto como un arma política para silenciar a los críticos de las acciones ilegales o inmorales del gobierno israelí.
Estas acciones incluyen el bloqueo de la ayuda económica a Gaza, permitiendo que Hamas continúe existiendo y desestabilizando las regiones fronterizas y capturando tierras en Cisjordania para los asentamientos israelíes. Los millones que fueron asesinados o muertos de hambre entre 1941 y 1945 se han convertido en una excusa del gobierno moderno para reclamar la palabra de todos los miembros y sectas de la religión judía y para conquistar más lebensraum en los territorios palestinos. Es una lástima que Israel tenga un gobierno menos que honorable, porque Ayn Rand admiraba que la sociedad civil israelí es un bastión de la civilización y el progreso en Oriente Medio. La trágica ironía de las incursiones palestinas del gobierno israelí se utiliza entonces para la propaganda anti-judía y propaganda del nacionalismo blanco de David Duke y la comunidad de Stormfront.
El Holocausto ocurrió. La mayoría de los alemanes no eran malvados, pero en el momento en que las masas se entregaron al mal y se mantuvieron firmes mientras inocentes fueron asesinados y se inició la guerra suicida. Eso no es una reflexión sobre los alemanes de hoy o sobre los alemanes en 1914 (y tampoco comenzaron la Primera Guerra Mundial). La generación de alemanes de la Segunda Guerra Mundial asesinó a millones de personas, no por los bombardeos aéreos, sino por deliberadas ejecuciones de cerca. Lo mismo hicieron los japoneses bajo las banderas militares imperiales.
Ni los alemanes ni los germanoamericanos de hoy deben soportar la culpa del Holocausto. Pero el recuerdo de esos asesinatos en masa debe mantenerse vivo. En todo caso, mantener vivo el verdadero alcance de los crímenes de Alemania nazi nos ayuda a identificar mejor las similitudes que se están llevando a cabo en el mundo de hoy. Nada de esto le quita a los cientos de millones de personas que murieron bajo los regímenes estalinistas en Europa del Este, Asia, África y América Latina. Pero este editorial no era sobre ellos, sino sobre el Holocausto.
Los escépticos del Holocausto hacen una pregunta que la mayoría de la gente no sabe la respuesta a: ¿qué pasó con los cuerpos? Si entre 6 y 11 millones de personas fueron sacrificadas, ¿dónde están los millones de cuerpos? La verdad es que la mayoría fueron destruidos. La mayor evidencia que queda del Holocausto proviene de la invasión alemana de la Unión Soviética en 1941-42 y de las últimas semanas de la guerra europea de 1945. Éstos eran los tiempos en que los alemanes tenían prisa y se descuidaron.
La mayoría de las víctimas del Holocausto no fueron cremadas en los hornos. Sólo había muchos hornos construidos. La mayoría de los muertos fueron quemados en las piras funerarias donde el Sonderkommando, los equipos de trabajo de cremación judía, se acumularían en los cadáveres y los quemarían todos al aire libre. Las cenizas fueron enterradas, diseminadas o usadas como fertilizante. Piense en un enorme incendio forestal ... las cenizas de ese incendio forestal no permanecerá allí durante más de unos días o semanas antes de filtrarse en el suelo o soplar lejos.
En el caso de la Operación Barbarroja, el Holocausto se trasladó con la Wehrmacht y las Waffen-SS. Cuando estaban en movimiento, los voluntarios de las SS y de la Wehrmacht eran notorios para acopiar poblaciones enteras de la aldea y de la ciudad en edificios grandes, quemándolos a la tierra, y aplastando las ruinas calcinadas con los tanques. El número de judíos y civiles muertos en lugares como Rumania y Yugoslavia, en realidad no se informó, ya que las SS eran notorios para decidir que las poblaciones enteras eran partidarios, o ayudar a los partidarios, y por lo tanto deben ser ejecutados como combatientes ilegales.
Cuando los alemanes ocuparon un área, la Solución Final se implementó de manera más eficiente. Los Einsatzgruppen redondearon y ejecutaron a judíos y otros civiles indeseables. Babi Yar es un área en Kiev, Ucrania, y el sitio de un campo de concentración y un campo de exterminio donde más de 100.000 ucranianos fueron asesinados por los alemanes. Más de 33.000 judíos fueron asesinados allí y enterrados en fosas comunes entre el 29 y el 30 de septiembre de 1941 solamente. Los prisioneros de guerra del Ejército Rojo u otros prisioneros fueron obligados posteriormente a desenterrar las fosas comunes ya incinerar los cuerpos en descomposición en las piras, para dar cabida a más asesinatos. Las sesiones de cremación durarían cuarenta días.
Muchos de los huesos de los cadáveres quemados fueron aplastados en máquinas especialmente diseñadas. El general-SS Reinhard Heydrich autorizó Sonderaktion 1005, cuyo trabajo era básicamente deshacerse de los cuerpos y toda la evidencia de las fábricas del asesinato. Otros equipos Aktion se formaron en todo el Reich y territorios ocupados. Leichenkommandos, "unidades de cadáveres" como las cuadrillas de trabajo de los prisioneros de guerra en Babi Yar, excavaron fosas comunes y quemaron cadáveres.
Al final de la guerra, fosas comunes con miles de cuerpos enteros fueron descubiertas cerca de Buchenwald y Bergen-Belsen. Las SS cerca de Buchenwald fueron hábiles en enterrar los cuerpos lejos del campo, mientras que las SS de Bergen-Belsen los enterraron allí. 23 años más tarde, el Ejército vietnamita del Norte aprendió a desechar químicos ácidos sobre los cuerpos antes de enterrar, por lo que se descomponen rápidamente y no pueden ser identificados. En esta época, los cárteles paramilitares mexicanos colocan cuerpos en tambores de ácido hasta que se disuelven por completo. Miles de cuerpos han sido eliminados de esta manera.
El Holocausto no fue sólo varios grandes campos de concentración; Había centenares de pequeños campos a través de Alemania y áreas ocupadas por Alemania, incluyendo el campo de Natzweiler-Struthoff en el este de Francia. Otro infame es Cracovia-Plaszow en Polonia, y por supuesto Babi Yar en Ucrania. En agosto de 1942, el oficial de SS y disidente Kurt Gerstein hizo sonar el silbido en la fábrica de asesinato de Aushwitz a un diplomático sueco, el barón Goran von Otter.
Los alemanes no estaban tratando de matar a los judíos ... estaban tratando de borrarlos de la historia. El ex-carcelero de las SS, Oskar Groening, entregó un poderoso testimonio en el que se hizo cargo de todo lo que hizo y vio, y que "no esperaba que los judíos sobrevivieran a Auschwitz". El capitán-SS Amon Goeth dijo a sus hombres durante la liquidación de Cracovia Ghetto, "Había sido durante más de siete siglos una Cracovia judía, y esta noche, esos siete siglos se habrían convertido en un rumor".
Claramente, los alemanes hicieron lo suficiente para esconder cuerpos, destruir evidencias y desviar la atención sobre la narrativa de proteger a Europa Occidental del comunismo judío que millones de personas alrededor del mundo dudan del Holocausto. Otro factor que desacredita gravemente la narrativa histórica es la forma en que el gobierno israelí secuestró el Holocausto como un arma política para silenciar a los críticos de las acciones ilegales o inmorales del gobierno israelí.
Estas acciones incluyen el bloqueo de la ayuda económica a Gaza, permitiendo que Hamas continúe existiendo y desestabilizando las regiones fronterizas y capturando tierras en Cisjordania para los asentamientos israelíes. Los millones que fueron asesinados o muertos de hambre entre 1941 y 1945 se han convertido en una excusa del gobierno moderno para reclamar la palabra de todos los miembros y sectas de la religión judía y para conquistar más lebensraum en los territorios palestinos. Es una lástima que Israel tenga un gobierno menos que honorable, porque Ayn Rand admiraba que la sociedad civil israelí es un bastión de la civilización y el progreso en Oriente Medio. La trágica ironía de las incursiones palestinas del gobierno israelí se utiliza entonces para la propaganda anti-judía y propaganda del nacionalismo blanco de David Duke y la comunidad de Stormfront.
El Holocausto ocurrió. La mayoría de los alemanes no eran malvados, pero en el momento en que las masas se entregaron al mal y se mantuvieron firmes mientras inocentes fueron asesinados y se inició la guerra suicida. Eso no es una reflexión sobre los alemanes de hoy o sobre los alemanes en 1914 (y tampoco comenzaron la Primera Guerra Mundial). La generación de alemanes de la Segunda Guerra Mundial asesinó a millones de personas, no por los bombardeos aéreos, sino por deliberadas ejecuciones de cerca. Lo mismo hicieron los japoneses bajo las banderas militares imperiales.
Ni los alemanes ni los germanoamericanos de hoy deben soportar la culpa del Holocausto. Pero el recuerdo de esos asesinatos en masa debe mantenerse vivo. En todo caso, mantener vivo el verdadero alcance de los crímenes de Alemania nazi nos ayuda a identificar mejor las similitudes que se están llevando a cabo en el mundo de hoy. Nada de esto le quita a los cientos de millones de personas que murieron bajo los regímenes estalinistas en Europa del Este, Asia, África y América Latina. Pero este editorial no era sobre ellos, sino sobre el Holocausto.
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Foto cortesía de los archivos federales alemanes. Este artículo fue publicado originalmente en inglés por la revista Swamp.
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